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Club de lectura octubre 2024 - junio 2025
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Cada palabra contiene en su alma una información que va mucho más allá de su significante y significado. Puedes encontrar, por poco que te pares a mirarla, a sentirla y estudiarla con cuidado, el ADN de nuestra cultura, de nuestra manera de ver el mundo y de relacionarnos con él.
“Leer” es una palabra con una etimología muy interesante y que a menudo pasa desapercibida incluso a los estudiosos, quizás por su uso común, quizás porque hoy en día el latín, la cultura clásica que es la base de nuestra civilización, no está de moda . “Leer” proviene de la palabra latina "legere", que a su tiempo está relacionada con la griega “λέγειν” (légein). Ambas palabras significan el mismo: seleccionar, recolectar o enumerar. Los antiguos griegos y latinos consideraban que leer era la acción de elegir palabras de un texto para entenderlo. Implicaba, por eso, una actitud activa del sujeto. El lector no solo ejercía el papel de receptor (como pueden hacer los modernos televidentes), sino que, al contrario, el acto de leer implicaba tomar decisiones, transformar el texto escrito en conocimiento a través de la selección de palabras. Por eso cada lector hace una lectura propia, porque cada individuo elige, su procesamiento cognitivo de aquello que está leyendo, es decir, seleccionando.
Pero aquí no acaba la fascinante etimología de esta palabra. Para los antiguos hablantes latinos la palabra “leer” estaba íntimamente emparentada, a modo de sinónimo prácticamente, con “lignum”, que significa “aquello que se selecciona y recolecta para hacer fuego”, es decir, el que nosotros denominamos “leña”.
Leer es, por lo tanto, seleccionar la leña que mantendrá vive el fuego de nuestro conocimiento. El fuego, que siempre ha significado para las civilizaciones mediterráneas como la nuestra el saber, la cultura, la luz frente a la oscuridad.
Leer es alimentar ese fuego interior, el único que nos puede proporcionar la libertad, puesto que, como decían los filósofos, la libertad es poder elegir y para poder hacerlo hacen falta diferentes opciones y un sentido crítico de la vida. Elegir, libertad, leer: palabras hermanadas.
En invierno, muchos de los hogares de nuestro país se hacía, y todavía se hace, la recolección y selección de leña, en previsión de la bajada de las temperaturas y el esperado aumento de las precipitaciones y la humedad.
De igual manera para nosotros ahora es tiempo de seleccionar qué “leña”, qué libros, tenemos que preparar para mantener vive nuestro fuego del conocimiento, el mismo que nos calienta, ilumina y acompaña a los días cortos y las largas noches del invierno.