"El argumento de la parábola del hijo pródigo se convierte en el pretexto ideal para repensar la lógica del perdón. Sin embargo, el ensayo focaliza la mirada en el hermano mayor, el arquetipo del hijo fiel y obediente. Explora el abanico de emociones que circulan por su ser y presta una especial atención al rencor. El hijo pródigo recapacita y se arrepiente, pero su hermano queda atrapado en la jaula del rencor. ¿Será capaz de llevar a cabo la difícil transición hacia la reconciliación? Este es el viaje sin movimiento que nos disponemos a pensar".