Con un claro perfil ético, sensibilidad humanista y sólida formación cultural, Miguel Catalán impulsó una escritura de vocación plural que integra géneros y estrategias expresivas. Son tareas que recorren los paisajes abiertos de una realidad contradictoria, proclive al espejismo y la paradoja, que hacen del pensamiento y el lenguaje caminos transitables. Miguel Catalán comparte ese umbral de la luz que se muestra a quien conoce la verdad de estar solos, en el último peldaño.José Luis Morante