Álvaro es un anticuario valenciano que goza de una excelente reputación profesional, lo que le permite decidir que trabajos acepta. Oto es su mejor amigo, un paleógrafo poco convencional, experto en simbología cristiana, jóvenes mujeres y sobre todo, gran bebedor de cerveza. Juntos se embarcan en resolver un encargo muy interesante, al igual que bien remunerado. Deben encontrar la espada con la que fue decapitado el apóstol San Pablo. En su búsqueda, viajan por distintos lugares de España y Europa, tras las esquivas pistas que se les van presentando. Descubrirán el poder de la reliquia, como se aferra a ella su último dueño y la relación entre la ambición por poseerla y la inmortalidad fantasmagórica que finalmente conlleva su posesión. Se mezclan los oscuros entresijos que la iglesia y la orden militar, que la ha custodiado durante siglos han ido creando a lo largo del tiempo y la codicia humana desdibujada por la ambición, el poder y la maldad. Por todo ello, La espada de San Pablo es una apasionante novela que combina en su justa medida, el estilo histórico con la intriga y la ficción. Repleta de símb