En términos de relato, el fragmento no es el estallido de la totalidad, ni sus restos. Basándose en una amplia selección de ejemplos que van del cine a la pintura o la fotografía, pasando por la arquitectura, la filosofía o la música, este libro muestra cómo el fragmento se arraiga en lo real y el deseo al mismo tiempo que da la espalda a las formas dogmáticas de realismo.