La pandemia del covid-19 ha replanteado nuevos e importantes retos a nivel educativo. Estaba ya en marcha un proceso de renovación del currículo de religión en distintos países, de acuerdo con requerimientos cada vez más internacionales y globalizados. A ello se añade, en lo que respecta a la Iglesia católica, la publicación de la tercera edición del Directorio para la catequesis (marzo de 2020) y el establecimiento del ministerio instituido de los catequistas (mayo de 2021). En un ambiente de pluralismo social y religioso, la perspectiva cristiana contribuye a una auténtica globalización ética y educativa en nuestra cultura digital. Hace posible una existencia nueva, que viene acompañada de las semillas de una tierra nueva, de un mundo nuevo.
Este libro tiene tres partes. La primera presenta la necesidad de una acción educativa que promueva la integración de la persona en su propio crecimiento y maduración. La segunda muestra la centralidad de Cristo en una educación de inspiración cristiana que aspire a ser coherente. Acorde, por tanto, con las dimensiones educativas de la fe. La tercera concreta algunos objetivos y medios en el marco de la nueva evangelización. Aspira a mostrar cómo el mensaje cristiano contribuye a humanizar el mundo en un horizonte de belleza y de esperanza.