«Montaigne. Léelo de principio a fin y cuando termines vuelve a leerlo, es una maravilla.»
Gustave Flaubert «No enseño ni adoctrino, lo que hago es relatar.» En 1571, tras haber sufrido un accidente montando a caballo, Michel de Montaigne abandonó su posición como magistrado de Burdeos para retirarse a su castillo y empezar a escribir. Este es el inicio, casi novelesco, de una de las obras más importantes de la cultura occidental. Montaigne dialoga con los pensadores clásicos sobre todo tipo de cuestiones concernientes a la condición humana. Sus escritos son continuas tentativas en busca de una respuesta casi como si se tratara de un experimento, una probatura, un essai, un ensayo. El hilo conductor: una reflexión acerca del «sí mismo».Este volumen, que reúne sus ensayos más notables, se completa con sugestivos apéndices: una buena porción de su dinámico Diario del viaje a Italia, una selección de su Correspondencia, las «Efemérides de Beuther» (su diario personal) y las «filacterias» (las sentencias eruditas que jalonaban su vasta biblioteca). Todo ello conforma un perfecto pórtico de entrada a la obra de un titán de la literatura universal.Sobre el autor y su obra:
«Montaigne. Léelo de principio a fin y cuando termines vuelve a leerlo, es una maravilla.»
Gustave Flaubert «Un hombre honrado, liberal, respetuoso de las ideas, que no pone en ellas ningún amor propio y no se empeña en tener siempre la última palabra.»
Antoine Compagnon«Si lo amamos y, sobre todo, si lo honramos como artista es porque nadie se entregó como él al arte más sublime: le plus grand art: rester soi-même, seguir siendo uno mismo.»
Stefan Zweig