Este libro explora cantidad de fuentes antiguas para presentar un panorama del turismo moderno español y mundial, durante la era industrial, conectado con la tradición investigadora que liga prácticas turísticas, revolución tecnológica y de la movilidad y globalización. Un beneficio estimulante de esa perspectiva es que, para el caso de España, nos libera de la hegemonía del viajero romántico, esa figura literaria-aventurera procedente del norte de Europa que suele dominar la visión histórica de los orígenes del turismo en este país. El autor no niega el impacto de estos viajeros, cuyas descripciones pintorescas y algo exóticas forjaron unas de las imágenes más potentes en base a las cuales el turismo hispano se ha vendido. Más allá de esto, los sitúa en su adecuado contexto: un mundo decimonónico en el cual las posibilidades y el afán de movilidad se hallaban en auge, y en el que los viajes turísticos empezaron a organizarse de modo industrial. Esta organización provino de agentes globales como Thomas Cook y Wagons Lits, presentes también en España desde las décadas de 1880 y 1890. El país se incorporó, a través de ellos, de las navieras y de algunas grandes empresas ferroviarias, a los círculos de difusión del turismo internacional. Durante los últimos años se han generado otras excelentes aportaciones a la historia del turismo moderno en España, pero ninguna de ellas sitúa la experiencia del país ibérico dentro de un panorama verdaderamente mundial como hace Vallejo en este libro, a juicio del profesor Sasha D. Pack, que lo prologa.