Ha pasado más de un año. Penny no puede ocultar su alegría cuando entra en el área de la empresa, donde sólo pueden ingresar quienes son reconocidos como trabajadores de la industria de los sueños. Sin embargo, Dallergut confía una denuncia muy grave a Penny con el fin de que la solucione. El cliente habitual número 792 dejó una queja críptica: ¿Por qué intentas quitarme mi sueño?