UNA CONTIENDA OLVIDADA QUE FORJÓ EL DESTINO DE ESPAÑA En el escarpado norte de Marruecos, la guerra del Rif fue mucho más que un conflicto colonial: fue una batalla encarnizada que marcó el futuro del Ejército español y dejó cicatrices imborrables en la historia. A menudo eclipsada por el mito romántico de la Legión Extranjera Francesa en novelas y películas como Beau Geste o El viento y el león, la realidad es que España libró aquí su guerra más dura, entre 1909 y 1927, contra un enemigo formidable y en un terreno infernal. De esta lucha nacieron dos de las mejores unidades del Ejército español, la Legión y los Regulares, forjadas en el crisol de la derrota de Annual, donde un desquiciado general Silvestre deambulaba por el campamento murmurando «Corred, corred, soldaditos, que viene el coco», mientras su ejército se desmoronaba. Solo el heroico regimiento Alcántara salvó el honor, cargando a caballo hasta su aniquilación. Pero esta guerra no solo fue tragedia y sangre. También fue pionera en la historia militar: en Alhucemas, España y Francia llevaron a cabo la primera operación anfibia moderna bajo un