Ketu Simo cruza a pie Nigeria, Níger y el Sáhara, en cuyas dunas deja enterrado al amigo que ha muerto en sus brazos. Pero no ceja en su empeño y, desde Marruecos, logra arribar a Ceuta a nado. Ketu Simo es un joven camerunés que busca un futuro mejor; de madre maestra y padre empresario, ha abandona su país tras ver frustrados sus estudios cuando por corrupción le roban la beca para dársela al hijo de un alto funcionario. Pero ahora, ya en la península, en la otra orilla del Mediterráneo, se ve obligado a trabajar con otros inmigrantes en los invernaderos.
Y ahí se rebela, se niega a seguir un destino que parece previamente escrito. Y gracias a la ayuda de una familia que lo acoge, estudia Relaciones Internacionales y comienza a trabajar en oficinas diplomáticas. Ahí descubrirá un proyecto olvidado que puede cambiar el mundo conocido y la desigualdad que lo gobierna: la construcción de un puente, en el estrecho de Gibraltar, que una Europa y África.
Eso será sólo el principio. Muchos serán los problemas y dificultades a los que Ketu, sus amigos y el emergente movimiento de Despertar Panafricano deberán enfrentarse. Pero ahora, al fin, una nueva África, joven e ilusionada, se ha puesto en movimiento. Y el puente, ese sueño común de tantos, puede comenzar a aparecer en el horizonte
María Iglesias nos regala la novela que, sin saberlo, estábamos todos esperando. Con una base real, hechos verídicos y un proyecto, el del puente del Estrecho, que sigue ahí, latente, es ésta la historia de tanta gente que a uno y otro lado del Mediterráneo vive y sobrevive, lucha, respira y trabaja por una igualdad que aún no ha llegado pero que, entre todos, tenemos al alcance de la mano. Y todo ello con agilidad narrativa y personajes que te llegan al alma. En definitiva, una novela para no olvidar.