El viejo pintor Frenhofer se propone crear la obra de arte perfecta como culminación a todos sus esfuerzos, un cuadro al que dedica largas horas y que, oculto en su estudio, se niega a exhibir. Dos artistas más jóvenes, Porbus y Poussin, intentan convencerlo para que se lo muestre, intrigados por ver si se trata de una pintura tan extraordinaria como quiere hacer creer el maestro. La obra maestra desconocida analiza si la genialidad es un término subjetivo y si nuestro comportamiento depende del concepto que tengamos de nosotros mismos, y sirvió de inspiración a grandes artistas posteriores como Cézanne, Picasso o Matisse. Incluso puede decirse que Balzac se adelantó a su época y que imaginó cómo evolucionaría el arte, con la aparición de la llamada no-pintura que practicaron Kandinsky, Rothko o De Kooning.