¿Quién es María Luisa? Aun sin apellidos es mucho más que un nombre propio. María Luisa es una y muchas. Probablemente usted ya la conozca, aunque sea de vista. Se habrá cruzado con ella por la calle o habrán coincidido en la cola de una caja del supermercado o en la sala de espera de un centro de salud. María Luisa es una anciana todavía ágil, autónoma, inquieta, dicharachera, juguetona, imaginativa. Mantiene sus rutinas, por ejemplo, cada jueves de seis a ocho de la tarde queda a merendar con su amiga Angelines en la misma cafetería.
Una advertencia del portero de su edificio ‒«Están robando en el barrio a señoras mayores que viven solas. Usted debería tomar precauciones. La primera, poner algunos nombres más en el buzón»‒ le encenderá el deseo de imaginar. María Luisa le hace caso y escribirá dos nombres y, poco después, un tercero. Punto de partida de esta historia que toca teclas como la soledad, la imaginación, el deseo y, como señala el autor, «las ganas de bailar».
«María Luisa es Mayorga en estado puro. Quizá estemos ante uno de sus grandes textos. La madurez de su escritura es amp