La República de Sudáfrica, por su peso económico, su estratégica situación geográfica y su compleja y dolorosa historia, ocupa un lugar preeminente en toda reflexión que se haga sobre África. Una parte extraordinariamente relevante de su pasado reciente fue la lacra del apartheid y su transición a la democracia. Un proceso que impresionó a millones de personas en todo el mundo por las características aberrantes de su régimen segregacionista, que discriminaba a la mayoría de la población por el color de su piel. Pero también por la enormidad de la tarea que llevaron a cabo los líderes del país para construir una nación interétnica y diversa, con el triunfo de todos los que querían una nación verdaderamente libre. "Treinta años después, pese a las enormes dificultades económicas, sociales y cultutales, el eje central que vertebró la estrategia de los dos fundadores de la nueva nación, Mandela y de Klerk, se ha mantenido e incluso fortalecido... para entender cómo ha llegado la República de Sudáfrica a esa normalidad se hace imprescindible la lectura de este libro, que nos transporta a un camino doloroso a la libertad y a la democracia...". (Sami Naïr)