El libro trata de una de las pinturas absidales más signifi- cativas del arte románico catalán, la de Sant Climent de Taüll, conservada en el Museo Nacional de Arte de Catalunya. La autora trata de situar la pintura en su mundo, el de la primera mitad del siglo XII, con la intención de restaurar el significado e inteligibilidad de dicha pintura. Para ello se ha centrado en la liturgia y la visión ordenando su comentario en un díptico: la relación de la pintura con el ritual litúrgico y la apertura del ojo interior, es decir de la facultad visionaria impulsada por la visualidad pictórica.